El tiempo en la música posterior a 1972 de György Ligeti - I

CARAVANA GUERRA, Olivier. Cronos y Caos. El tiempo en la música posterior a 1972 de György Ligeti. Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 2011.

La temporalidad, en un sentido amplio, es uno de los más controvertidos temas de discusión, hoy en día, con respecto al hecho musical, y se encuentra en una parte muy significativa de las investigaciones sobre los procesos de creación y comunicación musical después de la Segunda Guerra Mundial. Filósofos, compositores y musicólogos han dedicado sus esfuerzos a desentrañar el secreto que reside en la relación entre sonido y tiempo, si es que este último existe como elemento exógeno.
Esta preocupación la encontramos en la gran mayoría de los ámbitos de la experiencia humana y han sido muchos los intentos realizados, a lo largo de la historia del hombre, de esclarecer la verdadera naturaleza del tiempo, aquella que trasciende el ámbito de la física, las matemáticas o la astronomía. La naturaleza cíclica atribuida por los griegos, dejó paso a la concepción lineal judeocristiana y el racionalismo newtoniano desterró el tiempo de la experiencia del hombre dotándole de independencia frente al ser. Las últimas investigaciones de neurocientíficos como David Eagleman nos indican que es el subconsciente el que modela nuestra percepción del tiempo. El tiempo y la experiencia, archivada por la memoria, se encuentran íntimamente relacionados y condicionan la percepción de la realidad. Según Eagleman, es nuestra parte inconsciente del cerebro la que realiza la mayor parte del procesamiento dándose, en esta elaboración, mecanismos de recopilación de información, sincronización y optimización de recursos que le llevan a afirmar que la inmediatez del presente no existe y que lo que percibimos como presente en realidad ya ha pasado[1].
En su relación con el hecho musical, la dimensión filosófica del tiempo ha sido tratada en diversos estudios, entre los cuales tienen especial relevancia, para el autor de este trabajo, Musical Time: The Sense of Order[2] de la musicóloga estadounidense Barbara Barry y los ensayos recopilados por el Seminario Interdisciplinar de Teoría y Estética Musical del Aula de Música de la Universidad de Valladolid en la obra colectiva El tiempo en las músicas de siglo XX [3]. En estos trabajos, se aborda el nacimiento de nuevos presupuestos filosóficos de la noción de tiempo durante el siglo XX hasta la posmodernidad y se revisan poéticas musicales a partir de la nueva conciencia del tiempo, desde la ruptura de la temporalidad objetiva a la narratividad del hecho musical.
Refiriéndonos más concretamente al estudio de la relación entre el compositor György Ligeti y el factor tiempo, así como la importancia de la dimensión filosófica del mismo como elemento catalizador y organizador de la búsqueda artística del compositor, apreciamos una considerable reducción en el número de publicaciones dedicadas a este tema. Las mismas tratan la cuestión de una manera tangencial a excepción del análisis que a ello dedica la musicóloga Leiling Chang en György Ligeti: Lorsque le temps devient espace[4]. Sin embargo, consideramos incompletas las conclusiones obtenidas ya que fundamenta su metodología en la legitimación del carácter discursivo de la música, negando la influencia de factores sociales en el germen de la obra:

En este trabajo no pretendemos que se considere estas características sociales como causas ni como influencias sobre la obra de Ligeti, queremos simplemente mostrar la similitud de los fenómenos, incluso si se trata de dos ámbitos diferentes de conocimiento, de dos mundos de pensamiento y acción diferentes. Que el lector elija entre los paralelismos históricos y las influencias, entre la teoría de la constitución social de la música y el hecho de que la música también puede simplemente incidir en un rasgo social más amplio, volver a crearlo, y que se actualice estética y artísticamente. O, si se quiere, hacer caso omiso de esos paralelismos, si prefiere pensar que la música existe fuera de las limitaciones del pensamiento social[5].


[1] Eagleman, David. «Human time perception and its illusions». Current Opinion in Neurobiology, nº 18, ag. 2008, pp. 131-136.
[2] Barry, Barbara. Musical Time: The Sense of Order. New York, Pendragon Press, 1990.
[3] Vega Rodríguez, Margarita; Villar-Taboada, Carlos. El tiempo en las músicas del siglo XX. Ed. a cargo de Margarita Vega Rodríguez y Carlos Villar-Taboada, Valladolid, SITEM-Glares, 2001.
[4] Chang, Leiling. György Ligeti: Lorsque le temps devient espace. Paris, L’Harmattan, 2007.
[5] Ibid., p. 14; el texto original es el siguiente: "Nous ne prétendons pas dans ce travail considérer ces traits du social comme des causes ni comme des influences sur l' œuvre de Ligeti, nous voulons tout simplement montrer la similitude des phénomènes, même s'il s'agit de deux sphères du savoir différentes, de deux mondes d'action et de pensée différents. Que le lecteur choisisse entre les parallélismes historiques et les influences, entre la thèse d'une constitution sociale du musical et le fait que le musical peut, aussi, tout simplement, insister sur un trait social plus large, le recréer, l'actualiser de façon esthétique et artistique. Ou, s'il le veut, qu'il fasse cas omis de ces parallélismes, s'il préfère penser que le musical existe en dehors de toute contrainte de la pensée sociale".

El tiempo en la música posterior a 1972 de György Ligeti - II

CARAVANA GUERRA, Olivier. Cronos y Caos. El tiempo en la música posterior a 1972 de György Ligeti. Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 2011.

György Sándor Ligeti nació el 28 de mayo de 1923 en Dicsőszentmárton, en la actual Târnăveni, situada en la región transilvana de Rumanía[1]. Perteneciente a una familia de judíos húngaros germanoparlantes[2] contó entre sus parientes con el gran violinista Leopold Auer[3], el cual fue alumno de Joachim y adquirió fama mundial siendo, incluso, dedicatario de las obras de compositores como Tchaikovsky. Aunque las vidas del violinista y su sobrino nieto, el pequeño Gyuri como así era llamado por sus padres, se solaparon siete años, nunca llegaron a conocerse personalmente. El padre de Ligeti, Alexander (Sándor) Ligeti, tuvo una formación científica. Nació en 1890 en Kaposvár al suroeste de Hungría cerca del Lago Balatón donde la familia estaba establecida. La muerte del abuelo Auer hizo necesario y urgente que Sándor y sus hermanos comenzaran a trabajar. Debido a su especial destreza con las matemáticas, una vez terminado el colegio, se incorporó como personal administrativo al Anglo-Hungarian Bank[4] en Budapest. Dicho banco reconoció sus dotes y financió su carrera de ciencias económicas y leyes en la Universidad de Budapest llegando a doctorarse en ambas carreras y siendo autor de varias publicaciones. Herido en la Primera Guerra Mundial, conoció en un hospital militar a la que sería su esposa, Ilona Somogyi, una doctora especializada en oftalmología.
Ligeti a los 4 años
En 1929 Ligeti se mudó junto a su familia a Cluj (Kolozsvár) y no volvería a su ciudad natal hasta 1990. En Cluj, Ligeti acude por primera vez a la ópera asistiendo a representaciones de Boris Godunov, La Traviata y otras producciones.
A la edad de ocho años, y debido a una caída, Ligeti tiene que pasar en cama más de nueve meses, invirtiendo gran parte del tiempo en la lectura. Mostraba un particular interés por la geografía y la etnografía africana. Quizá esto afloró posteriormente de una manera más o menos subconsciente en la utilización de la métrica propia de la música subsahariana aplicada a su propia obra cincuenta años más tarde. También encontraría cobijo en la lectura de Lewis Carroll y Alice in Wonderland, traducido por el escritor y humorista húngaro Frigyes Karinthy[5]. Carroll, y más concretamente este cuento, acompañarán permanentemente a Ligeti durante toda su vida, y su fantasía, pero también su ironía y a veces histrionismo, inspirarían obras como Aventures y Nouvelles aventures, Le Grand Macabre y los Non sense madrigals.
La educación primaria de Ligeti fue en húngaro. Sin embargo, cuando llegó a Cluj, sus padres decidieron enviarle a una escuela de educación secundaria cuyas asignaturas eran impartidas en rumano. Ya en su juventud, Ligeti mostró su desasosiego por sentirse doblemente discriminado: por los rumanos debido a su origen húngaro y por los húngaros debido a su origen judío[6].
A parte de la lectura, el pequeño Gyuri mostró un interés creciente por dos nuevos pasatiempos. Por un lado los experimentos químicos lo cual le llevó a causar algún incidente de cierta espectacularidad en su casa y por otro el cine. En su natal Dicsőszentmárton existía una pequeña sala de cine, pero en Cluj pudo descubrir a Charles Chaplin, Buster Keaton e incluso Mickey Mouse de Walt Disney.


[1] En 1950 el nombre fue cambiado por Tirnăveni y en 1980 alterado por la más característica ortografía rumana: Târnăveni.
[2] Como la mayoría de judíos húngaros, sus abuelos aún conservaban el apellido alemán: Auer.
[3] Leopold Auer nació el 7 de junio de 1845 en Vesprém situada en el suroeste de Hungría y murió el 15 de julio de 1930 en Dresde. Vesprém es la misma zona de la que era originaria la familia de Ligeti, pero no existe prueba documental del parentesco. Sin embargo Ligeti hace mención del mismo en diferentes entrevistas públicas y personales.
[4] El Anglo-Hungarian Bank fue fundado en 1868 por un consorcio de capital austriaco y británico con inversores locales húngaros.
[5] Frigyes Karinthy nació el 25 de junio de 1887 en Budapest y murió el 29 de agosto de 1938 en Siófok.  Poeta, traductor, periodista y novelista, destacó por un sentido del humor crítico e ingenioso y una mirada llena de ironía manifestada a temprana edad. Karinthy fue el primero en especular sobre la teoría de los seis grados de separación que sugiere que cualquier persona del planeta puede estar conectada a cualquier otra del globo a través de una cadena de no más de cinco intermediarios conocidos. Esta idea apareció por primera vez en su cuento Láncszemek [Eslabones] incluido en el libro Minden másképpen van [Todo es distinto] publicado en 1929.
[6] Steinitz, Richard. György Ligeti. Music of the Imagination. London, Faber & Faber, 2003, p. 10.

El tiempo en la música posterior a 1972 de György Ligeti - III

CARAVANA GUERRA, Olivier. Cronos y Caos. El tiempo en la música posterior a 1972 de György Ligeti. Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 2011.


La orientación política de Sándor Ligeti hacia el socialismo y su ateísmo no impidieron que György ingresara, a la edad de trece años, en el movimiento juvenil judío Habonim aunque lo abandonaría tres años después debido a discrepancias respecto a los ideales colectivistas del movimiento. Poco a poco, se hará más palpable el distanciamiento emocional e intelectual con su padre, sobre todo en cuanto al ideal político se refiere.
En 1936, su hermano pequeño Gábor comienza sus estudios de violín. Inmediatamente Gyuri protestó reclamando su derecho a estudiar un instrumento musical y fue en 1937, a la edad de catorce años, cuando empezó sus clases de piano. Aunque dedicaba un esfuerzo y tiempo considerable al estudio de este instrumento, él era consciente de que ya era tarde para alcanzar una técnica avanzada de piano. Debido a que no disponía de un piano en la casa familiar, al salir de sus clases en el colegio tenía que desplazarse al domicilio de su profesor a estudiar. Rápidamente sintió curiosidad por la composición, sustanciándose ésta en un vals en el estilo de Grieg.
Motivado por la necesidad de contar con un espacio más adaptado al ejercicio de la medicina por parte de su madre, toda la familia se traslada a una casa más céntrica en Cluj. Sándor Ligeti decide alquilar el piano de un amigo de la familia y aunque el instrumento se encuentra en unas condiciones pésimas de mantenimiento, el joven Gyuri ya no tiene que desplazarse cada día para practicar.
En la escuela aprende, además de rumano, el alemán y el francés. Posee una especial facilidad para las lenguas. Durante su vida estudió y habló, con más o menos fluidez, siete idiomas[1].
En 1940, en los inicios de la Segunda Guerra Mundial, el territorio de Transilvania septentrional fue cedido a Hungría en el Segundo Premio de Viena, los de Besarabia y el norte de Bucovina a la Unión Soviética y la parte meridional de Dobruja a Bulgaria. Todo esto siguiendo las líneas que la Alemania Nazi había establecido en el Pacto Molotov-Ribbentrop. De esta manera Cluj pasaría a manos húngaras y a denominarse Kolozsvár. De nuevo, los cambios afectaban a lo administrativo pero también a lo doméstico. En 1941, Hungría entró en la guerra como aliada de Alemania. Sin embargo, Kolozsvár continuó con su cotidianeidad y permitió a Ligeti componer de manera ininterrumpida.
A la edad de dieciséis años, compra un cuaderno de notas para hacer sus bosquejos musicales. Será el primero de los dieciséis que utilizará entre 1939 y 1952, los cuales se encuentran en la Fundación Paul Sacher de Basilea.
Entre 1938 y 1939, Ligeti compone un grupo de seis Pequeñas piezas para piano (Kis zongorádarabok) de una evidente mayor originalidad e individualidad estética. Encontramos también cierta sensibilidad romántica en el tratamiento que del Wanderers Nachtlied de Goethe hace en un bosquejo orquestal incluido en dos de los cuadernos de notas, el primero de ellos datado en el 29 de diciembre de 1941.


[1] Húngaro, rumano, alemán y francés durante su infancia y juventud, sueco durante la década de los sesenta, inglés en los setenta y posteriormente italiano. Aunque Ligeti manifiesta dominar siete idiomas, lo cual es corroborado por el compositor Conlon Nancarrow en una carta a su amigo Peter Garland en 1982, tenemos que considerar que también conocía el hebreo, ya que realizó él mismo la traducción al húngaro del texto de su primera canción titulada Kineret.

El tiempo en la música posterior a 1972 de György Ligeti - IV

CARAVANA GUERRA, Olivier. Cronos y Caos. El tiempo en la música posterior a 1972 de György Ligeti. Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 2011.

A la edad de diecisiete años ingresa en una orquesta no profesional como timbalista y por primera vez escucha la música de Bartók y Kodály en vivo. En 1941 publica una canción para mezzosoprano con acompañamiento de piano titulada Kineret, con la cual ganó el primer premio de un concurso  organizado por una sociedad judía establecida Budapest. Esta canción entró a formar parte de una colección de obras de siete compositores judíos titulada Az Ararat dalai, 9 dal énekhangra zongorakisérettel [Canciones de Ararat, 9 canciones para voz con acompañamiento de piano] y cuyo editor fue Vence Szabolcsi, quien, después de la guerra, ingresó como profesor de Historia de la Música en la Academia Franz Liszt de Budapest. El texto de esta canción es de la poetisa palestina Rachel Blochstein y fue traducido del hebreo al húngaro por el propio Ligeti[1].
Universidad de Kolozsvár
Tras sus exámenes finales en la escuela, en 1941, intentó ingresar en la Universidad de Kolozsvár en la carrera de Matemáticas y Físicas, sin éxito debido a las duras restricciones de la política antisemita en ese momento. De esta manera, consideró el ingreso en el conservatorio. Envió varias de sus obras a Antal Molnár[2], Profesor de Teoría Musical en Budapest e insigne musicólogo especializado en música de vanguardia. Finalmente Ligeti fue admitido en el Conservatorio de Kolozsvár gracias a la laxitud con la que se aplicaban las restricciones antisemitas por parte del director de la institución Víctor Vaszy. Su ingreso fue posible gracias a la gran capacidad auditiva y al abultado portafolio de obras que traía con él, a pesar de su mínima formación técnica. Entre las obras presentadas figuraba el Kis zongoratrió [Pequeño trío para violín, violoncello y piano], la primera obra de su autoría que fue presentada en público.
En el conservatorio de Kolozsvár estudió entre 1941 y 1943 con Ferenc Farkas[3], quien le sometió a una estricta formación armónica y contrapuntística. Por su cuenta empezó a investigar la obra de Stravinsky y Hindemith, profundizando en la técnica de este último a través de su tratado Unterwiesung im Tonsatz[4]. Durante estas fechas inició sus estudios de órgano paralelamente a los de piano y composición. Así mismo, siguió alimentando sus inquietudes en el campo de las ciencias estudiando en una academia privada Matemáticas y Física. Esporádicamente recibió consejos y lecciones privadas del compositor y pianista Pál Kadosa[5]. El estrés al cual estaba sometido el estudiante hizo necesaria ayuda psiquiátrica entre 1942 y 1943.
En 1943 Ligeti conoció a la que después de la guerra sería su primera mujer. Brigitte Löw era hija de un ejecutivo alemán residente en Kolozsvár. Quizá motivado por esta relación, su producción empieza a crecer de manera frenética. En 1944 comienza a escribir una cantata para mezzosoprano, doble coro y orquesta de cuerda titulada Tenebrae factae sunt, de la cual solamente terminaría la parte de coro de un movimiento al cual añadiría la fecha 19-20 de enero.
Ese mismo día, el 20 de enero de 1944, Ligeti recibe un telegrama en el que se le llama a la incorporación, en menos de veinticuatro horas, al batallón judío en Szeged a las afueras de Budapest. El 19 de marzo las tropas alemanas invaden el país y comienza la persecución sistemática de judíos. En menos de 45 días, durante el verano de 1945, fueron exterminados entre 250.000 y 300.000 judíos húngaros en Auschwitz, pero Ligeti fue afortunado y fue trasladado junto a varios de sus camaradas, con los cuales formaba un grupo de trabajos forzados fruto de la disolución de su batallón, a la ciudad de Nagyvárad, al este de Budapest. A finales de mayo recibe la trágica noticia de que su familia ha sido apresada en Kolozsvár. Sus padres y su hermano pequeño fueron deportados a Auschwitz. Más tarde su padre fue trasladado primero a Buchenwald, y más tarde a Bergen-Belsen donde moriría de fiebre tifoidea. Su hermano Gábor fue trasladado al campo de concentración de Mauthausen donde moriría en 1945 a la edad de 17 años. Su madre sobrevivió al holocausto por su condición de médico. Tras diversos episodios en los que la suerte jugó un papel fundamental, Ligeti consigue regresar a Kolozsvár, ocupada ya por las tropas soviéticas. Su familia había desaparecido en su gran mayoría y el único consuelo que le queda es la compañía de Brigitte Löw. Sin embargo, el padre de ésta se opone a la relación entre ambos.
Ligeti retoma la composición de la cantata Tenebrae factae sunt completándola el 20 de enero de 1945. También escribe una pieza para coro a cappella, Dereng már a hajnal, que sería publicada en Kolozsvár, luego en Budapest y más tarde, en 1947, traducida al inglés por la Workers’ Music Association, en Londres. En marzo escribe otra cantata, Venit angelus Domini, descendit de caelo. Brigitte será la dedicataria de muchas de estas obras, incluida la Kis szerenád[6] en cuatro movimientos completada en diciembre de 1945 y transcrita en 1947 para cuarteto de cuerda.
Aliada ahora de Rusia, Rumanía recupera Transilvania, y Kolozsvár vuelve a llamarse Cluj. Aunque Ligeti es llamado una vez más a filas, esta vez contra Hungría y Alemania, cae enfermo de una tuberculosis obligándole a pasar tres meses en el hospital. Cuando se recuperó la guerra ya había terminado, su madre regresaba también a la ciudad y se le ofreció la posibilidad de ingresar en la Academia Franz Liszt de Budapest en la clase de composición de Sándor Veress[7]. En el examen de ingreso en septiembre de 1945, coincidiría con György Kurtág en los pasillos Art nouveau de la Academia:

Sentí que había encontrado en él a un hermano musical y el compañero con quien podría salir en busca de un nuevo estilo musical. Me gustaron la timidez de Kurtág, su carácter bastante introvertido y su carencia absoluta de arrogancia y vanidad: era simple, inteligente y honesto. Posteriormente me dijo que, por su parte, me había tomado por un seminarista protestante, lo cual provocó en ambos la risa: pienso que él interpretó mi timidez provinciana como rectitud y celo religioso, lo cual difiere en gran medida de mi verdadero ser[8].


[1] Szigeti, István. «A Budapest Interview with György Ligeti». The New Hungarian Quarterly, XXV, nº 94, verano de 1984, pp. 47-48.
[2] Antal Molnár, compositor, musicólogo y violinista húngaro, nació en Budapest en 1890 y murió en la misma ciudad en 1983. Estudió en la Academia Franz Liszt de Budapest y en 1919 entró en la misma  institución como profesor de armonía y de teoría de la música hasta 1959. Fue autor de varios libros sobre Bartók y Kodály.
[3] Ferenc Farkas nació en Nagykanizsa, Hungría, el 15 de diciembre de 1905 y murió en Budapest el 10 de octubre de 2000. Comenzó sus estudios de composición en la Academia Franz Liszt de Budapest en 1922, donde sus maestros fueron Leò Weiner y Albert Siklòs. Estudió más tarde con Ottorino Respighi en la Academia de Santa Cecilia de Roma entre 1929 y 1931. Tras largas estancias en Viena y Copenhague, Farkas regresó a Budapest donde, en 1949, fue designado profesor de composición en la Academia Franz Liszt retirándose de este puesto en 1975. Entre sus alumnos destacan, además de György Ligeti, György Kurtág, Zsolt Durkó y Attila Bozay.
[4] Hindemith, Paul. Unterwiesung im Tonsatz, 3 vols. Mainz, Schott, 1937.
[5] Pál Kadosa, pianista húngaro,  nació en Léva en 1903 y murió en Budapest en 1983. Estudió en la Academia Franz Liszt de Budapest con Zoltán Székely y Zoltán Kodál y fue profesor de piano y composición en la misma  institución. Entre sus alumnos, además de  György Ligeti, se encuentran György Kurtág, Andras Schiff, Zoltán Kocsis, Valeria Szervánszky y Jenő Jandó.
[6] Kis szerenád [Pequeña serenata], para orquesta de cuerda. Las dos primeras alturas que aparecen en la obra son Sib (B flat) y Do (C), que forman "Bici", un diminutivo de Brigitte.
[7] Sándor Veress nació el 1 de febrero de 1907 en Kolozsvár (entonces Hungría y hoy en día Cluj, Rumania) y murió el 4 de marzo de 1992 en Berna. La primera mitad de su vida transcurrió en Hungría. La segunda, de 1949 hasta su muerte, en Suiza. Veress enseñó en la Academia Franz Liszt de Budapest. Entre los compositores que estudiaron con él se encuentran, además de György Ligeti, György Kurtág, Heinz Holliger y Roland Moser. Escribió numerosas obras de música de cámara, sinfónicas y de escena como la ópera Hangyegyek lázadása.
[8] Ligeti, György: «Begegnung mit Kurtág im Nachkriegs-Budapest». En: György Kurtág, Musik der Zeit 5. Ed. a cargo de F. Spangemacher. Bonn, 1986, pp. 14-17. Traducido al inglés por Steinitz, Richard. György Ligeti. Music of the Imagination. London, Faber & Faber, 2003, p. 22; el texto original es el siguiente: "I felt that I had found in him a musical brother and companion with whom I could set out in search of a new musical style. I liked Kurtág’s shyness, his rather introverted character and his absolute lack of arrogance and vanity: he was simple, intelligent and honest. He later told me that, for his part, he had taken me for a Protestant Ministry student, which made us both laugh: I think he interpreted my provincial shyness as religious zeal and strictness, indeed very different from my real self".